Intento huir. De ti. Estar lejos. No
me apetece escuchar tu sonrisa, ni tener que decirte nada cuando coincidimos en el Face. Ya no. Algunos
días creo que esto acabará, que podré al fin echarme a dormir sin pensar, sin
temer en lo que pasará mañana.
Tú lo eres todo, aquel que logró que
las nubes de lluvia nunca se disiparan y me destrozaran las ganas de continuar.
Me acuerdo cuando encima de mi m
te pedí que nunca me dejaras, no dejaras de quererme.
Tú te fuiste y no pude dejar de llorar. A la mañana siguiente tu mirada ya no
estaba y yo haciendo de tripas corazón.
Mis heridas no terminan de sanar y así lo voy a intentar, todas las mañanas,
todas intentando huir…
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