Se me
encoje el alma y se me achica el corazón. Te echo de menos, extraño tu calor.
Ya nadie me abriga como tú y cada amanecer despierto aterrada, suplicando un
trago caliente de café que me devuelva las ganas de abrir los ojos. Eso me pasa
desde que no estás. Ahora tengo un saco lleno de preguntas sin respuesta, solo
eso. Apago la musica, pero ya da igual porque la canción suave, lenta y triste
sigue sonando en mi cabeza y hace derramar todas mis lágrimas que van a parar
sin remedio al cubo sin palabras.
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